
Gasolinas: aumentan los precios, aumenta la ilegalidad
Estimado lector, en los últimos días hemos visto diversos factores geopolíticos y macroeconómicos que han empujado a la alza los precios de los combustibles, no sólo en México sino a nivel internacional. Tenemos que recordar que derivado de la política de liberación de precios, ahora nos encontramos en un supuesto “precio de mercado” en donde el alza y la baja de los precios del combustible en nuestro país se ven determinados por factores internos como lo son las próximas elecciones, movimientos en las tasas de interés, determinación de las tasas impositivas y externos como lo son la situación en Irán, E.U.A., Venezuela y Rusia que afectan la oferta de crudo y también mercados como los asiáticos que afectan la demanda.
Es decir, no podemos conocer con total certeza el precio de los combustibles el día de mañana, lo mejor que podemos hacer es crear escenarios para predecirlos.
El alza en los combustibles, combinado con la incertidumbre de no conocer el precio al que se comprará el día de mañana, es una situación con la cual las empresas y los usuarios en México no estaban acostumbrados; lo anterior ha provocado que industrias como la “logística y transporte”, en donde los combustibles pueden llegar a representar un 30% de los costos, busquen alternativas de suministro y dichas alternativas las encuentran en un mercado ilícito, en donde los recursos no van a parar a hacienda o a los proveedores privados, sino a fuentes delictivas fortaleciendo así la inseguridad en nuestro país.
En lo que va del sexenio de Peña Nieto, derivado de la nueva política energética,el precio de los combustibles se ha incrementado a más del 60 por ciento; podemos entender los diferentes factores fiscales y económicos que llevaron a la realización de dicha reforma y justificar su necesidad, pero lo que es preocupante, es que durante el mismo periodo de la administración, el robo de combustible se ha incrementado en aproximadamente un 800% comparado contra el sexenio del ex presidente Felipe Calderón H, representando una pérdida acumulada para PEMEX de alrededor de 25 mil millones de pesos.
Lo anterior sólo nos indica una cosa, México no se encontraba preparado en materia de seguridad y regulación para prevenir dicho efecto y asegurar una libre competencia en el mercado.
Sin una libre competencia en el mercado es difícil que el consumidor final se pueda ver beneficiado; dicha situación, desmotiva las inversiones privadas y extranjeras en infraestructura que el país necesita para garantizar la Seguridad Energética que tanto busca, ya que, al competir con precios desleales o precios derivados de la ilegalidad y que están muy por debajo del mercado, hacen que sus proyectos de inversión no sean rentables.
Si la Comisión Reguladora de Energía y la Secretaría de Energía en conjunto con las entidades estatales y federales no regulan como debiere de ser y establecen mecanismos de control que en realidad funcionen desde la proveeduría hasta la comercialización, éste problema frenará las inversiones, desmotivará la competencia, creará un rezago en la industria y se seguirá presentando, incluso podría aumentar por el efecto de los próximos incrementos a nivel internacional que se esperan de los precios del crudo, lo cual pondría a México en una situación complicada.
Fuente: El Financiero




